martes, octubre 10, 2006

Black Lagoon

Rokuro Okajima es un joven empresario japonés hastiado de que sus jefes le pateen el culo constantemente. El vaso colma despues de que su empresa lo envíe a entregar un disco con información sobre energía nuclear clasificada y, despues de que Rokuro sea secuestrado por los mercenarios de la organización Lagoon, su empresa lo de por perdido y envíen ellos mismos a un grupo de mercenarios a destruir el disco y matar a todos los relacionados con el disco, Rokuro incluido. A partir de entonces se convierte en Rock y se une a la Lagoon como un mercenario más, para compartir aventuras y desventuras con ellos a bordo del Black Lagoon, un barco militar armado con lanzatorpedos.

Dejando de lado una de las primeras obviedades de las que te das cuenta al principio de la serie, lo fantasma que puede llegar a ser el guionista, la serie tiene una chispa de genialidad de la que está bañada toda la serie. Y sus precursores la pareja de protagonistas principal, Rock, un exempresario pringao, novato en todo lo que se refiere a los negocios a que se dedica la Lagoon, y Revy, una asesina psicopata que sonrie únicamente cuando empuña sus dos pistolas. Sin olvidarnos de que es una serie de acción, a raudales por supuesto, fantasmadas incluidas.

Su aspecto técnico está a la altura de las series actuales, sin mucho alarde se nota que es bastante nueva. Destacan los vehiculos, hechos en su mayoría por ordenador usando cell shading. También destaca y mucho la caracterización de los personajes, en especial la de Revy, una mujer atractiva a la vista, pero que después de tres capítulos la dejas de ver como tal, es el diablo en persona. A esto ayuda el guión, cierto, pero da miedo como está dibujada. La música está muy bien elegida, invita a sumergirse en toda la ambientación oscura que tiene la mayor parte de la serie, a destacar en este aspecto el final de cada capítulo.

La lástima es lo corta que se hace, pasa con casi todas las series de doce capítulos si son medianamente decentes. Pocas historias de dos o tres capítulos cada una dejan poco margen para profundizar más. Bueno, pues a esperar la Segunda Descarga.

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