Dreamfall es la segunda parte de la saga The Longest Journey, una aventura gráfica que ya cautivó a muchos jugadores hace unos años y que lo vuelve hacer ahora.
En esta ocasión, la historia es llevada de la mano de
Zoë Castillo, una estudiante de biotecnología que ha encontrado un punto muerto en su vida. Ya no le preocupa nada, no tiene interés alguno y busca como salir de ese agujero. Su antiguo novio, Reza, le pide ayuda para un asunto que no especifica y, tras la desaparición de éste, Zoë le seguirá la pista hasta escenarios de la primera entrega de la saga, encontrándose con los viejos amigos de April, los cuales le contarán la extraña desaparición de ésta. Mientras tanto, una niña se le aparecerá a Zoë en monitores y televisores, allá donde vaya. "Zoë, encuentra a April, sálvala!" le repetirá una y otra vez.
Por otro lado,
April Ryan, la protagonista de la anterior aventura, aún no ha dicho la última palabra en esta historia. Ahora es una rebelde conocida como Cuervo entre la gente (y yo que pensaba que Cuervo era su compañero ^_^) y que lucha contra la ocupación azadí en Marcuria. Su encuentro con Zoë no será casual y deberán ayudarse mutuamente, ya que sus objetivos son más similares de lo que parece.
Por último,
Kian Alvane -tal vez, a los veteranos de la serie les resulte familiar el nombre de Lady Alvane, una anciana que contaba la historia sucedida como algo pasado. No voy a decir nada más de ella, la la la- cierra el trío de protagonistas, aunque su participación en esta entrega es algo más anecdótica que las otras dos. Kian es un apóstol y asesino azadí, enviado a Marcuria para eliminar al rebelde conocido como Escorpión. No obstante, lo que verá en la ciudad le hará dudar de su propia fe...
Con sólo decir que esperaré con ganas que llegar a ver la tercera parte de la aventura, ya pongo en claro dos cosas. Primero, que me ha encantado este juego. Segundo, que habrá (o se espera que haya) continuación. Las aventuras gráficas en escenarios tridimensionales que provenían de otras que tenían un interfaz un tanto más convencional (refiriéndome con esto a las primeras aventuras gráficas) no solían tener un resultado del todo agradable, pero este juego rompe con esa dinámica. Además, reincorpora viejos escenarios de la anterior entrega con mucho éxito. Se recuerdan con algo de nostalgia lugares de
Stark como el antiguo barrio de April, Venice o su antigua habitación.
Por supuesto, otros lugares en
Arcadia no se quedan atrás. Así podemos reconocer lugares ya visitados de Marcuria, como la Posada del Viajero, regentada por Benrime (a la que también volveremos a ver).
El juego es agradable de manejar y sencillo. Se combinan tres aspectos: puzzles al más estilo tradicional de las aventuras de siempre, sigilo y combates. Los dos últimos un tanto anecdóticos ya que no abundan y además, los combates son sencillos y no añaden apenas complicación. Los puzzles y los elementos de aventura gráfica no resultan pesados o complicados. Son bastante sencillos y se ha optado (lo que a mi me parece un gran acierto, ya que te ayuda a disfrutar del juego sin bloquearte en un punto) por una jugabilidad que permita una narración de la historia mucho más fluida que otras aventuras gráficas.
Los gráficos no son lo más moderno que se pueda ver en videojuegos hoy en día, pero aciertan también, sobre todo con su atractivo visual. Los paisajes y escenarios visitados son hermosos, lúgubres, tristes... envuelven perfectamente en la atmósfera del juego.
Y por último la música también hace lo propio, envuelve en la trama de forma eficiente. Aunque para mi gusto creo que está mal repartida, las mejores canciones están todas amontonadas en las última escenas del juego :D
Vamos, en definitiva, genial. Un juego para disfrutar de la narración y de la historia que se nos presenta.
